domingo, 23 de enero de 2011

Viviendo de un muerto..

Este es el primer escrito que quiero publicar... Espero que no sean demasiado duros ...
Capt. 1

Si todo fuese idea del destino tendría motivos para no querer vivir bajo su condición. Si todo fuese casualidad tendría suficientes motivos para desear dejar de existir. Si todo fuese una elección tendría motivos para odiar hasta tal punto de desear morir. Sin embargo no se qué pasó, no se que pasa y no sabré que pasará.
Los días van pasando al mismo ritmo, mi niño. ¡Ah que recuerdos! Cuando pasaba mi mano por tus rizos y tu te enfadabas y salías corriendo mirándome con tus ojitos verdes, en esos momentos te veía como un niño huyendo del cariño su madre...El tiempo avanza aunque cada manecilla del reloj duela como un hueso roto. Avanza en sentido literal, ya que a veces siento que me deja olvidada en un rincón para respetar mi duelo. Tu ausencia es muy dura y muy larga, cariño. Todos los días son hermosos, se levanta el sol para mirarnos con esa luz implacable, más yo no quiero verlo por buena cara que ponga. Las persianas están bajadas desde tu ausencia, todo está cerrado, polvoriento, olvidado y sucio.
A veces me siento muerta en pie, ya que solo espero la noche y con ella el sueño. Tu me visitas cuando te compadeces de mi, cuando me ves flaquear de forma peligrosa. Siento tu silueta al lado y en esos momentos todo está bien. No me asusto, no me hace falta mirarte para saber que eres tú, aún así mi corazón me pierde en un acelerado impulso de verte los ojos, los rizos, el contorno de tu hermoso rostro, tu cuello firme...
-Por fin...¿Dónde te habías metido?- te pregunto entre susurros mientras mi mano se posa en tu mejilla.
-Estaba aquí, -dices con los ojitos cerrados- esperandote en la cama.- tu voz me provoca un delírio propio de un orgasmo, ya que no parece haber pasado nada.
-Pero tu estás muerto cariño. -Mis lágrimas no salen por que ya no tiene sentido llorar por algo evidente.
-Cállate... Quiero disfrutar el momento.- tu voz en susurros es más hermosa de lo que recordaba.- Solo abrázame. -Me dijiste al oído. Una pena me destruye la muralla que cada noche intento volver a trazar. Detrás de esta muralla se encuentra mi cordura.
-Amor mío, no puedo conciliar la paz si tu no estás aquí. Si tus labios no son reales...
-¿Si no son reales por qué sigues deseándolos? ¿Por qué tu corazón desea a cada minuto que vuelva?
-Por que te amo. Por que te deseo. Por que nada tiene sentido sin ti. Te me han arrebatado.
-No puedes quedarte aquí esperándome. No voy a volver definitivamente. Yo soy solo una locura. Un espejismo que tu mente desea ver. - Tus manos se empezaron a enredar en mi pelo y tu aliento a ser más fuerte.
-No mi amor. No voy a salir de aquí. Solo quiero quedarme entre estos muros y ser feliz.- Mis lágrimas me delataron, tu cara destiló pena, tus ojos brillantes desertaron lágrimas para que las mías no murieran solas en el contorno de mi rostro.
-Tienes que salir. No puedes esperarme eternamente.
-Si puedo. No hay ningún tipo de dificultad. Ya se que estoy loca, y me gusta estar loca pues es la única forma de que estemos juntos. - Tu ya sabías que esa iba a ser mi respuesta. Me conoces. Tus manos pasaron por mi espalda abrazándome, haciéndome tuya en una sábana de piel caliente.
-¿Te cuento un secreto?- Pusiste tu barbilla sobre mi cabeza- No estoy muerto.
-¿A no?- tu afirmación me desconcertó súbitamente.
-No-esbozaste una sonrisa, lo noté por como se movió tu mandíbula.- Los recuerdos no mueren.
-Pero entonces.... ¿Sólo eres un recuerdo?-He de pedirte perdón,ya que SOLO no es nada adecuado.
-No soy un simple recuerdo, soy una vivencia, miles de sensaciones que están vivas en tu cuerpo, solo que, amortiguadas. Se han esfumado a un lugar seguro para no perderse y regresar cuando las necesites. - Pude notar tus labios besando mi pelo.
-Pero eso no cambia el echo de que ya no estás.- Dije decepcionada.
-Estaré siempre que tú me necesites. Podrás encontrarme en tu mente, en tu corazón... En todos lados. - Pude escuchar tu corazón ya que me abrazaste con más fuerza.
-Estando muerto eres lo que me hace sentir viva. Estoy muerta de una una forma, deseo morir plenamente para así vivir a tu lado. -Las lágrimas volvieron a aflorar. Deseando no ser descubiertas. Pues amanecieron tímidamente.
-No has de despreciar la vida. Ya te llegará la muerte, es un dolor que te cogela las piernas y te funde el corazón, hasta que estas dos sensaciones se funden y por fin puedes entregar el último latido a quien tú desees. El mío fue solo tuyo. Y el primero también. Ya que, si crees en el destino sabrás que es así.-Tus brazos eran firmes pero dulces.
¿Y si no creo en el destino?- pregunté frustrada.
-Entonces debes pensar que la vida es injusta contigo y esto es solo una casualidad y que no tengas más que hacer en la vida. Sin embargo si piensas en un destino, puedes pensar que tienes uno, tomes el camino que tomes.
-No quiero nada que no seas tú. Mi corazón es una pesada carga, es muy difícil de llevar. No quiero llevarlo además.
-Vive la vida que sueñas.
-Mírame amor mío. Sueño con estar contigo todas las noches...- No estoy viva sin ti.
-Yo tampoco mi chiquitina. Pero es lo único que puedo hacer, Ser un pensamiento vivído en tu mente y acercarme a tu cuando más lo necesites.
-Te amo.
-Y yo. Pero debes despertar.
-¡No! Por favor no puedes obligarme a despertar..
-Yo no. Pero tú si.
-¡No!
Y en ese instante me desperté en la misma posición en la que estaba hacía unos segundos contigo.

1 comentario:

  1. Esta narración me ha fascinado... y es q la vida y la muerte, igual q la alegría y la tristeza van cogidas d la mano, para q en un momento dado y preciso se junten quizás para siempre, o quizás no. Doy un 10 por tan buenos escritos y de tanta facilidad de lectura. Enhorabuena Zaira!

    Moisés Acedo.

    ResponderEliminar